El conocimiento es un concepto escurridizo, del que se encuentran mil definiciones, con frecuencia contradictorias, escritas en letra impresa y digital. Podríamos establecer un paralelismo con el concepto “informática” que en sus inicios, a finales de los años cincuenta del siglo pasado designaba un cambio de paradigma (“la era informática”) cuyo verdadero significado se desconocía totalmente, puesto que no se disponía de los enormes recursos que surgieron y que dieron sentido a la palabra.
Este blog, versión actualizada de un cuaderno de bitácora preexistente, no tiene otro objetivo que acumular, ordenar y actualizar materiales que intenten esclarecer qué es, cómo se obtiene y para que sirve el conocimiento que surge de su mayor manantial: las organizaciones.Partiendo de la ignorancia, y reflexionando sobre su significado, importancia y alcance. Sin perder de vista que explicar no es suficiente para comprender.
El formato es importante: un blog es potencialmente un ámbito para compartir y debatir. Y el conocimiento se genera y estructura al fluir sus elementos entre los protagonistas que conforman la organización.
Para facilitar la ordenación de los (escasos) materiales de partida, los distribuiremos, al igual que los que lleguen sucesivamente, en varios ítems que, a modo de cajones (o contenedores, como los que aparecen en la foto) nos ayudaran a mantener una cierta impresión de orden en nuestra mente. Aunque intuimos, y más adelante veremos, que una terminal de contenedores no es una metáfora de la génesis del conocimiento.
martes, 17 de enero de 2012
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