miércoles, 2 de noviembre de 2016

HACIA UNA TEORÍA DE PRINCIPIOS SOBRE EL ASESORAMIENTO CIENTÍFICO


Heather Douglas, experta en evaluación psicométrica aplicada a la psicología organizativa ha participado en la reunión de asesores científicos que se ha celebrado el pasado 19 de octubre en el Fórum Mundial de las Ciencias de Budapest.
Su aportación ha sido una estimulante "Teoría de principios para los asesores científicos", en la que pone de manifiesto las cualidades básicas que debe asumir y desarrollar un asesor científico: integridad, responsabilidad y rendición de cuentas, y que debe ejercer con independencia (de quién), transparencia (respecto de quién) y, en definitiva, con legitimidad, una sutil y compleja cualidad que debe adquirir tanto entre a sus asesorados como entre el colectivo del que forma parte.
Conviene consultar en profundidad la propuesta de Douglas (https://www.ingsa.org/ingsa-news/a-theory-of-principles-for-science-advisors/) y reflexionar sobre la importancia que adquiere en último término la estructura del mecanismo de asesoramiento.
Un asesor en definitiva, es un agente de conocimiento, una personalidad experta que intermedia no solo entre evidencias científicas y valores políticos, sino entre concepciones distintas sobre las organizaciones y el poder. Un empleo que no hay que minusvalorar, porque requiere de un largo aprendizaje y maduración.